Estas son las épocas que las personas escogemos para hacer balances. A veces ponemos en balanza lo que consideramos valioso y medimos nuestro éxito por las posesiones, nuestras cuentas bancarias o grados de posición y prestigio. Sin embargo, sería interesante este fin de año evaluar si realmente estoy buscando la realización de todas las áreas en mi vida o definitivamente he caído en la programación que la sociedad nos ha impuesto y mido mi éxito tan solo por el área económica o de los negocios.
Quizá si empezamos por decidir cuales son las áreas importantes en mi vida o a las que adjudico suficiente valor que justifiquen lograr el éxito en ellas. Si lo miro desde otra perspectiva… en qué área, de no lograr la realización suficiente, resultaría seriamente comprometido mi concepto de felicidad.
Son muchas las metas que tenemos en nuestra vida, se podrían valorar y determinar que existen unas más importantes y otras que se pueden incluso negociar. Pero siempre encuentro que parte de mi identidad como ser humano, incluso mi motivación y propósito giran alrededor de metas concretas que consideramos innegociables. Empecemos por priorizar y entender que debemos enfocarnos en las que son esenciales en nuestra vida y nos van a llevar a darle un significado a nuestra existencia.
Hagamos nuestro balance teniendo en cuenta las siguientes áreas:
Como hemos venido aprendiendo en el Diplomado el área PERSONAL es el área de las decisiones directas. Podemos dividir este área en otras esferas que hacen parte del ámbito personal como: 1) Física o de la Salud, 2) Mental o Intelectual, 3) Emocional y 4) Espiritual.
Dispuestas así estas subdivisiones, entonces resulta sencillo decidir que en la esfera FÍSICA o de la Salud lo fundamental es tener el control de nuestro cuerpo, de nuestro estado físico y de nuestra condición de salud. Quizá entrar en la disciplina de ejercicios y de visitas regulares al médico para el chequeo de rutina (en este punto nos rajamos casi todos en el «Balance Score Human» que analizamos en el Coaching Personal.
En la Esfera MENTAL o INTELECTUAL es nuestra completa lucidez y nuestra capacidad de aprendizaje lo que determina que acumulemos tanto la información como el conocimiento que nos lleve a desempeñarnos con excelencia en nuestros asuntos diarios.
La esfera EMOCIONAL es clave ya que por una parte es la que nos lleva a interrelacionarnos adecuadamente no solo con las demás personas, sino con nuestro entorno. El aplicar asertivamente el conocimiento que acumulamos en la esfera Intelectual, depende de nuestra Inteligencia Emocional. Una salud mental es casi siempre determinada por nuestra estabilidad emocional
Por último, pero quizá la más importante está la Esfera ESPIRITUAL, ya que necesitamos darle suficiente importancia a esos aspectos que subliman nuestra existencia y que la hacen ser más trascendente. No podemos dedicarnos solo a lo material y físico, definitivamente la esfera espiritual nos lleva a un estado superior de conciencia y por lo tanto de existencia. Busquemos esos puntos de referencias y esos principios universales que nos lleven a actuar alineados con el todo, para logara la armonía en nuestro interior y a nuestro alrededor.
Decide cuál es el área en que necesitamos apuntalarnos para avanzar hacia nuestras metas. Trabajemos cada uno en ese balance que también nos ayuda a avanzar en nuestro Desarrollo personal y en los temas relativos al Diplomado de Liderazgo y Coaching para Triunfadores.
Un abrazo de su Coach YURI ELÍAS CAMACHO.