El oficio de Coach se vuelve de verdad una disciplina muy exigente, por cuanto enfrentamos diariamente caracteres y temperamentos muy diferentes con nuestros discípulos y entrenados. Cada vez más se nos pone a prueba con multitud de actitudes, problemas y casos que le están haciendo daño a las personas o por lo menos afectando seriamente su desenvolvimiento y gestión diaria.

Pero siempre tenemos que recordar que somos nosotros los encargados de brindar una ruta y un acercamiento a la resolución de conflictos, toma de decisiones y en general implementar competencias en las personas que nos consultan, de forma que lleguen a un mejor desempeño. Esto por sí mismo propone un acercamiento y trabajo con los seguidores donde hacemos un acompañamiento que les permita sentir y reconocer la proximidad y experiencia de un Coach o modelo como se puede llegar a convertir en ese momento.

La gente del común no entiende y hasta considera que la labor del Coach carece de sentido. Hasta creen que obedece a aspectos más de carácter místico, lo que lo hace para algunos una moda o le quita fuerza. Sin embargo, el impacto y la fuerza de los resultados hablan por sí solos y podemos dar fe de la efectividad de estos procesos en la vida de las personas, redundando en cambios y mejoramiento de la calidad de vida de los entrenados. Es necesario relevar la importancia de esta disciplina en la consecución de logros y la disposición hacia el cambio como resultado de esta experiencia.

Es evidente que los más científicos buscan limitar a ecuaciones y fórmulas los ciclos en la vida de las personas y por lo tanto pretenden que estos procesos de cambio también sean llevados por criterios muy metódicos y hasta metodologías cerradas y matemáticas, pero lo cierto es que la motivación, las actitudes y la adopción de competencias se remiten al trabajo interior y de conocer y abordar las molestias que pueden llevar a los individuos a mejores niveles de gestión personal. Es necesario llegar a la fibra más íntima y lograr también una operación de comunicación que sea la más directa… de almas y esencia.

Afortunadamente los detractores son pocos y se hace latente que son los mismos que ven con malos ojos todo lo que se remita a procesos de carácter humano, sensibilización y espiritualidad. Pero hoy cada vez más se necesita que los seres humanos que poblamos la tierra, que se diferencian de los animales por sus sentimientos y sus emociones, obedezcamos más a la atención que requiere este aspecto y definitivamente entremos a sublimar este aspecto del ser que lo convierte realmente en una especie superior sobre el planeta y honremos a esa inteligencia de que hacemos gala con actitudes que acojan realmente este proceder.

El Coaching de Vida llega en el momento en que el hombre más lo requiere, ya que la ausencia de valores, la falta de motivación y la moral flexible nos agobian y nos llevan a niveles donde se necesita retomar la ruta del éxito en la conquista de principios y la verdadera esencia del ser humano.

Por: YURI ELIAS CAMACHO. Coach, Terapeuta & Autor

Joomla templates by a4joomla